
Tengo la magnífica suerte de vivir muy cerquita de un centro budista, aquí en mi barrio, en Neukölln. Los lunes organizan una meditación y acostumbro a visitarlos. Me gusta el sitio por lo modesto y tranquilo; de público heterogéneo, sin propagandas. Llegas, te acomodas en uno de los cojines, meditas por una hora y listo. […]