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Bangkok para mochileros: La guía imprescindible

Después de una semana en Bangkok, y siendo ya la enésima vez que visito la capital, se me ocurrió redactar esta guía con consejos, mapas e información requeteútil para aquellos que tengáis pensado viajar a Tailandia.

Sé que no faltan páginas sobre el tema pero os aseguro que mi propuesta -dividida en tres capítulos bien ordenaditos y clasificados- será de la más cachonda, práctica y entretenida que podáis encontrar por toda la red. Palabra de mochilero.

Así que ¿estáis preparados? Abrochad vuestros cinturones. Volamos a Bangkok, la capital del país de las sonrisas.

Bangkok: población, toponimia y un calorcito que te mueres 

Bangkok es grande de cojones. Fijaos que el censo de la ciudad supera los doce millones de habitantes, con todo lo que esta exageración implica: distancias absurdas, tráfico horrible, masificación y un aire muy contaminado. Pero al mismo tiempo, la urbe ofrece una gastronomía inabarcable, riqueza de contrastes, multiculturalidad y un ritmo agitado que rejuvenece.

Ya incluso antes de llegar vais a escuchar opiniones muy opuestas sobre Bangkok. Algunos visitantes encuentran a la capital demasiado estresante y, por tanto, la evitan como a la peste. Yo me considero pez de gran ciudad, sobre todo cuando viajo; me apasionan las megaurbes. Así que mi consejo es que le dediquéis al menos dos o tres días. Os aseguro que si le cogéis el gusto, hasta cuesta abandonar esta maravilla de lugar.

Por cierto que el topónimo Bankgok es una acepción extranjera. El verdadero nombre de la capital y como los tailandeses la conocen es Krung Thep, que significa ciudad de los ángeles.

Respecto al clima, haceos a la idea de que pega calorcete bueno y la humedad aprieta todo lo que quiere y más. Pensad que la temperatura mínima de todo el año ronda los 24 grados, jeje jojo. Además, la capital atraviesa tres estaciones: la estación calurosa, de marzo a junio,  que coincide con la celebración del Songkran o fiesta del agua y se superan los 40 grados; la estación de lluvias, desde julio a octubre, con rápidas tormentas tropicales y la estación fresca, que se extiende desde noviembre a febrero.

Según cómo toleréis el calor -pero sobre todo la humedad- os apetecerá viajar en una u otra época. Tened en cuenta que de diciembre a febrero se considera temporada alta y por tanto algunos precios suben. Y pensad que el período de lluvias no implica que esté todo el santo día lloviendo: no, no y no; la tormenta cae por la tarde, durante una media hora y o así, y se acabó.

Aterrizando en el aeropuerto de Bangkok

Lo habitual es que aterricéis en el aeropuerto de Suvarnabhumi. La capi cuenta con otro aeropuerto, el Don Muang, para trayectos nacionales, así que tenedlo también presente si voláis dentro del país.

Una vez en Suvarnabhumi -con el equipaje o la mochila astrológica a cuestas- tenéis varias opciones para llegar hasta la ciudad. Si cogéis un taxi, acordaos de pedirle al conductor que utilice el taxímetro: nada de precios estipulados, que no os engañen; se paga lo que marque al terminar la carrera. Sin embargo, sí que pueden cobraros extras por subiros el equipaje, impuestos del aeropuerto y esas chorradas. En cualquier caso deberíais pagar alrededor de 450 bahts por un trayecto de no más de una hora, siempre que el tráfico fluya.

Otra opción es coger el Airport Rail Link, un tren con aire acondicionado polar que viaja desde el aeropuerto a varias zonas de la ciudad. Entre sus paradas incluye una conexión con el metro o MRT la (la parada llamada Makkasan) y otra conexión con el Skytrain o Tren elevado (su última parada, Phaya Tai). Para acceder al Airport Rail Link sólo tenéis que seguir los cartelitos del aeropuerto, pero si os queda alguna duda, se encuentra en la planta -2. Cuesta 45 bahts y funciona desde las 6 am hasta la medianoche. Resulta muy cómodo siempre que el alojamiento esté cerca de sus paradas o de alguna del metro o del tren elevado. Eso sí, si viajáis en un grupo de más de tres personas quizá os convenga el taxi.

Con el Airport Rail Link podéis conectar con el MRT -parada Makkkasan- y con el Skytrain -parada, Phaya Thai,

Por último, en la planta 1, en uno de los extremos del aeropuerto, vais a encontrar puestos que venden billetes de minibús con dirección a varias islas, a Pattaya y a Kao San Road, entre otros destinos. Salen del mismo aeropuerto, lo cual resulta super cómodo para aquellos que queráis evitar Bangkok a toda costa. Si vais a Kao San, el famoso barrio mochilero, el pasaje cuesta 150 bahts. La furgoneta parte en cuanto se haya llenado de pasajeros.

Me consta que circula por la red y quizá por la Lonely Planet otra forma aún más tirada de precio de llegar a Bangkog, usando sólo el bus. Si alguien la conoce bien y quiere compartirla, que escriba aquí abajito.

Cuestiones de alojamiento

Bueno, con esto de que la ciudad es enorme, las posibilidades de alojamiento son infinitas y todas válidas. Mucha gente se aloja por la zona de Siam o por la calle Sukhumvit, ambas muy céntricas, próximas a la marcha turística y bien conectadas con el metro y el Skytrain.

Si tenéis el presupuesto reducido, lo normal es acudir a Kao San Road, el barrio mochilero. Allí podéis encontrar cuartitos de fraile, con ventilador y un catre duro por 150 bahts e incluso menos. Procurad alejaros de la calle principal de Kao San porque el ruido y la música son bestiales y duran hasta las tantas.

Al final, hoteles y hostales no van a faltaros en Bangkok. Los hay para todos los gustos, bolsillos y colores. Yo, por ejemplo, haciendo couchsurfing me he alojado en zonas menos turísticas como On Nut -muy conocida entre los extranjeros residentes en la ciudad-, Hiranruchi -al otro lado del río- y en en el Victory Monument, más al norte de la ciudad. Siempre tenía una parada de transporte cerca, lo cual me parece que os puede resultar relevante cuándo busquéis alojamiento.

Y hablando del transporte en Bangkok…

Lo cierto es que al principio aturullan tantos medios. Además del tren al aeropuerto que ya hemos mencionado, vamos a analizar los otros transportes. Os va a resultar indispensable y divertido conocerlos para moveros a vuestra anchas por la ciudad y sentiros parte de la masa tailandesa:

– Por un lado, está el metro o MRT, que cuenta con una sola línea. Esta parte de la estación de ferrocarriles Hua Lamphong -muy práctico si quieres viajar en tren hasta Chiang Mai- y conecta con zonas como el parque Lumpini, la zona roja de Pat Pong, el coqueto mercado Talat Rot Fai -en la parada Thailand Cultural Centre- y el mastodóntico mercado Chatuchak.

– Luego tenemos el Skytrain o tren elevado que dispone de dos líneas (la línea Silom y la línea Sukhumvit). El tren elevado atraviesa la zona comercial y, si tenéis ganas de mambo, viene genial para visitar Nana Plaza y Soi Cowboy. Además, conecta con el Victory Monument, de donde salen muchísimos autobuses a zonas del extrarradio -por ejemplo, para visitar los mercados flotantes-, así como con las estaciones de buses Ekkamai y Mochit, si viajáis al norte o este del país. También sirve para llegar a Chatuchak.

Tanto en el metro como en el Skytrain se paga por paradas y funcionan independientemente. A más paradas, más pasta que soltar (entre 15 y 55 bahts, aprox). A veces, para comprar los billetes, vais a encontrar cola así que os puede resultar interesante sacar un bono diario o para tres días, según el tiempo que estéis. Funcionan hasta medianoche y los trenes llegan cada cinco minutos. En mi opinión ambos transportes resultan rápidos, eficaces y un poco caros para la media tailandesa. Por cierto, ojo con la horas puntas -de 7 a 9 am y de 16 a 19-, que no cabe ni un alfiler.

Sigamos…

– El río Chao Praya dispone de su propio tranporte, el Chao Phraya Express Boat. Personalmente me encanta pasearme en sus embarcaciones, disfrutar del paisaje de rascacielos, saludar a los otros barcos; por eso se lo recomiendo a todo el mundo. Además varias de sus paradas quedan cerca de los sitios típicos que se visita en Bangkok: el Gran Palacio, Wat Pho, Wat Arun, Chinatown y Kao San Road. La parada del muelle de Sathorn, además, engancha con el Skytrain así que puede ser una buena combinación según a dónde os dirijáis. Montaos en los barcos de bandera naranja, cuestan sólo 14 bahts, sin importar la distancia.

– Otro transporte super recomendable -por lo pintoresco- es el de las barcas del canal Saen Seap, que une al templo Wat Saket, muy cerca de Kao San Road, con el centro de la ciudad y su zona comercial. Por favor, aunque no os pille de camino, haced este viajecito: es una monada y encima super barato.

El Khlong Saen Saep Express Boat, que va por el canal (Fuente y más info: http://khlongsaensaep.com)

– Eso sí, si queréis viajar bien tirados de precio y, además, mezclaros con los locales, tenéis que subir en bus. Montar en bus mola mogollón: al subir tendréis que informarle a la cobradora -toda una personaje con su cajita de monedas y sus tickets dentados- de vuestro destino. Puede ser que no os entienda o que os pase como a mí, que me monto en los buses por el mero gusto de darme una vuelta sin dirección específica. En el bus poca gente habla inglés y -según qué líneas- rara vez encontraréis a otro turista. Sin embargo, muchas de las veces que he subido termino hablando a gestos con cualquier curioso. Y siempre hay algún alma caritativa que me toca el hombro o me señala con un gesto cuándo me debo bajar.

Los precios oscilan entre los 7 bahts (buses rojos) y los 19 bahts (buses azules, con aire acondicionado). Podéis usar el Route Planner de la página www.transitbangkok.com: escribís el lugar de origen y el de destino y os lista los buses disponible.Ya os adelanto que las líneas 2, 511 y 79 resultan muy prácticas para visitar el mercado de Taling Chan o si os hospedáis en Kao San Road. Contad con algún que otro atasco y con esas ventanillas abiertas por donde entra todo el humo de fuera. También con muchas sonrisas. Es parte de la experiencia.

– Del taxi ya hemos hablado antes: o sí o sí que os pongan poen el taxímetro, entonces podréis tranquilizaros.De todas maneras puede ser que encontréis algún conductor que os intente meter una trola diciendo que el aparato no funciona o que vuestro destino es un lugar particular para el que se precisa pagarde más. Mentira cochina. Si veis que no os hace caso y no cede, hablad con otro taxi.

– El tuktuk y la mototaxi tienen su punto de adrenalina y resultan prácticos para evitar los atascos que el bus y el taxi se tragan. Aquí entran en juego vuestras habilidades comerciales: tendréis que estipular el precio con el conductor. Por supuesto, os imagino lo suficientemente inteligentes para no creer al conductor que os ofrezca un tour por Bangkok por 20 bahts u otro rollo similar. Se trata de un jugarreta según la cual, después de visitar un par de templos, os llevan de tienda en tienda para que gastéis y ellos se queden con la comisión. No seais bobos, por favor, que la broma ya es muy vieja.

*

Chicos y chicas, fijaos cuánta información y esto sólo acaba de empezar. Es lo que tienen estas grandes capitales, son i-na-bar-ca-bles… Con todo, volvemos muy pronto con la segunda entrega donde os daremos pistas sobre lo que sí merece la pena de visitar en vuestro paso por Bangkok.

Entre tanto, como siempre, mil gracias por leer, por compartir, por comentar y por viajar. O como dicen aquí en Tailandia: Kop Khun Krup!

Emilio P. Millán

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